Pasapalaba es un clásico de la televisión y los enfrentamientos entre Pablo Díaz y Javier Dávila también. Ambos concursantes tienen miles de fanáticos que los siguen y que esperan día a día para verlos en el rosco, cruzando los dedos para que puedan vencerlo de una vez por todas.
Lógicamente, ese fanatismo también tiene su parte mala. A menudo se producen debates y discusiones en las redes sociales y no faltan las publicaciones con enojos hacia la producción, el conductor o cualquier persona a la que se la pueda acusar porque su participante no puede hacerse con el premio. ¡Incluso hubo un par o dos de espectadores que juraron que nunca más verían el show si Javier Díaz no ganaba el premio! En este último episodio, el programa volvió a ser tendencia, como era lógico esperar, aunque no por nada bueno, sino por una acusación de fraude.
Todo seguía su ritmo normal, con la buena energía y humor de siempre, hasta que llegó el momento más esperado: el del rosco. Allí los participantes respondieron sus preguntas, como es habitual, y terminaron en su ya clásico empate. El problema vino después: muchos espectadores pusieron el grito en el cielo en sus cuentas de Twitter, acusando a la producción de darle preguntas muy sencillas a Javier, algo que claramente perjudicaba a Pablo. "Son preguntas de Primero" "Hacen todo por audiencia" "Es una vergüenza, está amañado" fueron algunos de los mensajes que se pudieron ver en las redes.
Como suele ocurrir en estos casos, no habrá manera de saber si efectivamente hubo trampa o si solo se trató de una percepción equivocada, impulsada por el fanatismo. Sea cual sea el caso, lo que podemos asegurar es que el próximo lunes habrá millones de espectadores esperando por otro duelo de estos dos gigantes.