Dietas keto, desayunos intermitentes y demonización de los carbohidratos. Internet está repleta de dietas que prometen bajar hasta 10 kg en un mes. ¿Es esto saludable? ¿Qué es verdaderamente sano y efectivo? A poco de que empiece el verano, las búsquedas de resultados mágicos se disparan. Todos los organismos son diferentes y se recomienda siempre consultar con un nutricionista y un entrenador físico. Lo que si es seguro es que los cambios repentinos en la alimentación pueden traer consecuencias negativas para nuestro cuerpo.
No existen consensos entre si las nuevas dietas para perder peso que son tendencia sean saludables o no. Si bien muchos famosos han popularizado los beneficios de una dieta cetogénica- eliminación total de los carbohidratos y aumento de las grasas saludables- expertos advierten sobre los problemas que podría acarrear en el hígado y los riñones. Con respecto al ayuno intermitente, los peligros estarían en sufrir mareos o tener problemas musculares.
Pero hay una serie de hábitos que sí tienen el consenso de la comunidad científica. Lo ideal es llevar hábitos saludables durante todo el año, hidratarse y hacer ejercicio. Ponerse una meta imposible y querer cumplirla en tiempo récord atenta contra la salud física y psicológica de cada uno. Aquí unas recomendaciones publicadas por los expertos en nutrición del British Boxing News. Dividen en tres puntos clave para hacer un giro en nuestros hábitos: hidratación, actividad física y alimentación saludable.
Hidratación
Lo ideal es consumir más de 2 litros de agua al día. Esto genera una disminución del apetito y por lo tanto una menor ingesta de calorías, llevando a bajar de peso. Además, con los aumentos de temperatura se recomienda mantenerse hidratados, sobre todo los niños y ancianos.
Actividad física
Lo ideal es realizar un mínimo de 30 minutos diarios de actividad física. Se recomienda empezar de a poco y buscar una actividad que sea de nuestro agrado. El deporte es vital para reducir el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y tensión arterial. Sirve para bajar el estrés, fortalecer músculos y estructura ósea.
Alimentación
Por empezar, se sugiere respetar las cinco comidas al día: desayuno, merienda y cena con dos colaciones. La eliminación de los alimentos procesados: harinas refinadas, enlatados, refrescos. Todo lo que no cocinemos en casa y que implique una manipulación industrial del alimento es desaconsejado. Se sugiere incorporar frutas y verduras en nuestra dieta. La composición ideal del plato principal debería ser: ¼ de proteína (animal o vegetal) ¼ de cereales o féculas y medio plato de vegetales.
Si bien tener hábitos saludables tiene innumerables beneficios, se recomienda no ponerse parámetros de belleza exitista e incorporar los cambios de manera paulatina, sin metas radicales que produzcan frustración y atenten contra el organismo.