Este domingo es la entrega n.º 93 de los premios Oscar. La noche más prestigiosa de la industria cinematográfica, donde carreras se terminan de solidificar mientras que otras recobran relevancia, está a la vuelta de la esquina. El 25 de abril a las 17 horas, comenzará una ceremonia que, por primera vez en sus casi cien años de historia, va a ser algo particular.
La COVID-19 sigue muy presente en los Estados Unidos, por lo que organizar una entrega de premios como otros años, con el Dolby Theatre lleno de celebridades (una al lado de la otra) era inviable. Sin embargo, el método de tener a todos los invitados mediante Zoom o Skype como en los Globos de Oro o los Emmys, demostraron ser poco dinámicos y frígidos para los televidentes. Esto quedó más que claro en los números de audiencia, los más bajos en años.
Es por esto que la Academia de Hollywood busca hacer las cosas un poco distintas pero cumpliendo todos los protocolos sanitarios necesarios. La gala se dividirá en tres ciudades y cuatro sedes: dos en Los Ángeles (el ya mencionado Dolby Theatre y la Union Station), una en Londres (el British Film Institute) y otra en París (el estudio del Canal Plus).
Se sabe que la orquesta en vivo que siempre toca en la ceremonia estará presente en el Dolby. Quienes vayan a las sedes estadounidenses deberán haber cumplido un aislamiento de diez días previos, mientras que quienes estén presente en Londres, solo puede llevar un acompañante y ambos deberán tener dos test con resultado negativo. Por el lado de París, los invitados no podrán llevar acompañantes. Veremos qué trae el evento.