El 24 de noviembre de 1991 el mundo perdía a uno de los artistas más grandes de la historia de la música: Freddie Mercury. El cantante, que era portador de VIH, fallecía a causa de una bronconeumonía complicada por su condición en su mansión de Londres con tan solo 45 años de edad. Tan solo un día antes, había emitido un comunicado en el que admitía que poseía el síndrome de inmunodeficiencia adquirida.
Sin embargo, el legado de Freddie se mantiene vivo hasta el día de hoy. Las composiciones creadas por Farrokh Bulsara - nombre verdadero del músico - atraviesan a varias generaciones, quienes han demostrado que llevan las canciones de Mercury en el corazón, reproduciéndolas de alguna manera en los más diversos lugares.
Tal vez la pieza musical más popular del artista británico de origen parsi sea “Bohemian rhapsody”, esa épica rockera de casi 6 minutos. No obstante, el cantante compuso más de noventa canciones, tanto como frontman de la mítica banda Queen como solista, por lo que a continuación repasamos algunas de ellas.
“Killer queen” (1974)
Si bien Queen ya llevaba tres años tocando y sacando discos, fue recién con “Killer queen”, de su álbum Sheer heart attack de 1974, que la banda comenzó a experimentar el éxito, alcanzando la canción el segundo puesto en las listas británicas a comienzos de 1975. En la misma, Freddie describe con aire vodevil a una dama de la alta sociedad que vive su vida según sus reglas, acompañado por un gran solo de guitarra, cortesía de Brian May.
“My melancoly blues” (1977)
Existen especialistas que han planteado que las mejores creaciones del artista surgían cuando se encontraba con el corazón roto. Y esta canción, que forma parte del álbum News of the world de 1977, es un buen argumento a favor de esa teoría. Con una instrumentación minimalista donde se destaca el piano, Freddie expresa su desamor con una de sus mejores performances vocales.
“Somebody to love” (1976)
Este tema claramente inspirado en los coros góspel, publicado en el álbum A day at the races de 1976, era el favorito de Mercury. Y con razón. Su temática sobre lanzarse al mundo, día tras día, en busca de alguien que nos ame así como somos es un mensaje universal con el que millones de personas se han sentido identificadas.
“Barcelona” (1987)
La ópera es un género que siempre atrajo a Freddie Mercury, como bien puede apreciarse en algunas de sus composiciones más queridas de Queen. Es por eso que el cantante no dudó en contactarse con la soprano catalana Montserrat Caballé para grabar su segundo disco solista, Barcelona. La primera canción que salió de este encuentro fue “Barcelona”, una pieza en la que dos amantes relatan un amor de proporciones épicas.
La pareja llegó a interpretar la canción en directo en contadas ocasiones: la más sonada, el 8 de octubre de 1988, frente a la fuente de Montjuic. Fue la última vez que Mercury se subió a un escenario.